El burnout es un término en inglés que se refiere a “quemarse”, en un sentido no metafórico hablamos de desgaste tanto físico como emocional.
La vida en general en sus diferentes ámbitos dispara estresores, pues se tiene que cumplir con responsabilidades, tareas, compromisos, además de cumplir con las expectativas externas de familiares, jefes, amistades u otros. Si además de esto, agregamos variables y retos a los que nos enfrentamos hoy en día con la virtualidad, uso excesivo de tecnología, incertidumbre más los pensamientos catastróficos, el nivel de estrés sale de control y se mantiene en el tiempo llegando a niveles de desgaste preocupantes.
Pensando en el burnout laboral y desde un análisis global podemos ver como este problema se aborda desde dos ángulos de manera importante: organizaciones e individuo.
Las organizaciones tienen un papel muy relevante en el fomento o el control del burnout. Las organizaciones que están empezando a concientizarse de esta nueva epidemia han tomado cartas en el asunto y han empezado a abordar puntos valiosos para contrarrestar los efectos.
Dimensiones en organizaciones
¿Cuáles podrían ser estas dimensiones que las organizaciones pueden empezar a diagnosticar o analizar para saber cómo pueden abordarlo de mejor forma para prevenir niveles de burnout que afecten a sus colaboradores? Abordemos algunas:
- Comunicación: Falta de retroalimentación continua y poca claridad en prioridades y expectativas puede generar frustraciones. ¿Podría hacer algo su organización para asegurar las conversaciones claras y continuas?
- Condiciones de trabajo: Áreas seguras o áreas adecuadas para generar productividad (luz, espacio, mobiliario), infraestructura correcta para los diferentes retos laborales (ya sean virtuales o en oficina), suficiente capacitación o entrenamiento para tener conocimientos necesarios para abordar el rol. ¿Tiene su organización un diagnóstico claro de este rubro que le permita tomar acción oportuna?
- Relaciones de trabajo: Falta de apoyo, relaciones agresivas o intimidantes, falta de confianza o falta de integración en los equipos. Asegurar que el liderazgo es efectivo en cuanto a obtener resultados y generar motivación, por un lado, es vital para promover un ambiente sano, por otra parte, contar con estrategias para promover la funcionalidad de los equipos es clave para generar confianza, apertura y colaboración. ¿Qué estrategias utiliza su organización para asegurar esto?
- Carga de trabajo: Asegurar que la carga de trabajo es bien manejada con estructuras y procesos. Apoyar con sistemas para procurar el foco y el orden evitando retrabajo o desorden excesivo que no procure el bienestar. ¿Cómo su organización asegura consistencia en procesos y orden? ¿Cómo promueve el foco y cumplimiento de prioridades? ¿Cómo asegura el balance entre eficiencia y bienestar?
El individuo, por su parte, también tiene una responsabilidad inminente para prever y manejar el burnout de manera efectiva.
Dimensiones Individuales
¿Cuáles podrían ser estas dimensiones que el individuo puede trabajar para que sus niveles de burnout sean previstos e incluso eliminados?
Abordemos algunas de estas dimensiones desde un ángulo personal (hablemos de ti):
- Tu cuerpo: Nuestro cuerpo es sabio y tenemos que escuchar todo lo que nos tiene que decir. Si comienzas a dejar de dormir, o con problemas digestivos, cuando los dolores de cabeza (que no eran normales) empiezan a aparecer algo tenemos que hacer diferente. La primera acción sería hacer una auto reflexión acerca de qué podría querer decirte tu cuerpo. Los hábitos son los primeros recursos que nos pueden ayudar a trabajar nuestra energía de modos efectivos y poder hacer a nuestro un cuerpo un termómetro para saber que todo está bien: hacer ejercicio, comer de manera ordenada y a tus horas, tomar suficientes líquidos y dormir un mínimo necesario tendrían que ser prioridad para ayudar a que los químicos de tu cuerpo estén ordenados y funcionen a tu favor. El paso más importante para contrarrestar el burnout es lo que hagas con tu cuerpo. ¿Cómo puedes plantear tus prioridades respecto de tu cuerpo? ¿Cómo puedes asegurar que tienes buenos hábitos que promuevan tu salud física y los cumples? ¿Hay algo que puedas hacer diferente por ti? (si es necesario consulta a especialistas en la materia. No hagas una dieta o ejercicio antes de consultar un médico)
- Tu mente: Tus pensamientos son los creadores de tus emociones y por ende de tu bienestar o tu malestar. Lo que te dices te empodera o te desgasta. Tus niveles de auto-exigencia innecesaria, sentimiento de culpa, miedo al error o a quedar mal con alguien son “las cosas que te dices” que te desgastan incluso antes de haber empezado a actuar. Nuestros pensamientos están casi siempre en el ayer o en el futuro y de manera muy rara en el HOY. Nuestro calendario está lleno de pendientes todas las cosas que tienes que hacer, listas y listas y no vemos el término hasta que nos preguntamos a dónde se fue todo este tiempo. Date oportunidad de reflexionar y de disfrutar lo que hoy tienes, lo que hoy eres y pausa para hacerte consciente y valorar cualquier detalle de tu momento. ¿Dónde están tus pensamientos normalmente: valoran, agradecen te empodera o critican, juzgan, te atemorizan? ¿Te das tiempo y recursos para hacerte consciente de lo que te dices y generar pensamientos que te nutran? (El mindfulness o el coaching son recursos que pueden ayudarte a cambiar tus pensamientos limitantes. Si tu estrés o ansiedad es alto no dejes de consultar a un especialista. Déjate ayudar.)
- Tu sentido de propósito: ¿Por qué crees que estás aquí y cómo se vincula tu respuesta con lo que hoy haces? ¿Consideras que necesitas dejar un legado o trascender en el mundo? ¿Lo disfrutas o lo sufres? El valor de entender qué es lo que uno quiere conseguir en su vida y en los diferentes ámbitos es incalculable cuando se habla de lograr balance, es lo que nos permite discernir cuándo tengo que dar todo mi esfuerzo y cuándo debo parar. Entender que lograr mi propósito tiene un precio pero que el camino se debe disfrutar, me permite contar con la pasión para hacer el recorrido. Si no disfrutas el camino por favor pregúntate ¿esto es realmente lo que quiero?
Si buscamos que el burnout desaparezca, entonces tenemos que entender que todos somos co-responsables en esta nueva epidemia. Crear redes de soporte como organización, ser individuos resilientes y tender la mano a nuestro alrededor es lo que nos dará las bases para construirnos y reconstruirnos en una sociedad que no se quema sino que se regenera.
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